El dolor es una experiencia normal en todo ser humano y sin la habilidad de experimentar dolor, las personas probablemente no sobreviviríamos. Sin embargo, es importante diferenciar que padecer dolor por alguna causa en particular no es lo mismo que vivir con dolor. Podría sonar extraño, pero finalmente padecer dolor es algo bueno para nosotros. Es la alarma interna que tenemos que nos avisa que algo está sucediendo, y que debemos prestar atención a los peligros a los que pudiese estar expuesto nuestro cuerpo, por lo tanto, nos motiva a mantenernos a salvo y a cuidar la integridad de nuestro cuerpo.
Lo primero a mencionar es que: el dolor no es algo fácil de explicar, dado que todas las personas pueden padecer dolor, pero ninguno es igual al de la otra persona. Y esto se explica por qué el dolor es una experiencia subjetiva, propia de cada individuo. El dolor que usted pueda estar padeciendo en este momento se puede parecer mucho al de otra persona, pero de seguro no es el mismo. Y las razones para ello son muy diversas. Entendamos primero que el dolor es un sistema, al igual como lo es el sistema cardíaco o digestivo, en donde, por ejemplo, el estómago sirve para digerir parte de los alimentos que consumimos. En el sistema de dolor tenemos nervios especiales que nos avisan sobre los problemas de nuestro cuerpo y envían la información a distintas regiones del cerebro, los cuales generan una interpretación de lo que nos está pasando.
Lamentablemente, como todo sistema, el sistema de dolor también puede verse afectado. Puede funcionar mal dado que no produce el suficiente dolor. Y al contrario de lo que pudiésemos pensar, no sentir dolor es un problema enorme, dado que no tendríamos los estímulos necesarios para resguardar nuestra integridad y tampoco aprenderíamos sobre los posibles riesgos de alguna situación en particular. Por otra parte, también el sistema puede funcionar mal, produciendo demasiado dolor. Cuando esto ocurre, muchas veces un estímulo pequeño (como un pellizco) puede generar mucho dolor, y cosas que no debiesen generar dolor empiezan a doler, como movernos, el tacto suave o simplemente, aparece dolor de la nada.
En el sistema del dolor, los nervios pueden generar dolor excesivo cuando éstos se vuelven demasiado sensibles. Y al volverse sensibles, pequeños estímulos pueden generar una respuesta mucho mayor por parte de ellos, generando un dolor importante. Esta es una respuesta de nuestro cuerpo para hacer énfasis y recordarnos que tenemos una lesión y debemos cuidar y proteger esa área para ayudar a recuperarla. Esto, esta mediado por muchos químicos que convierten a los nervios más sensibles. El problema sucede cuando este aumento de la sensibilidad debiese desaparecer una vez que la región ya se ha recuperado. Y existen casos en donde no sucede esto. Es ahí cuando este aumento de sensibilidad sale de control y también empieza a propagarse a otras áreas del cuerpo.
Lo bueno, es que, así como los nervios aumentan su sensibilidad, también tienen la capacidad de disminuirla. Y para ello, en Más Quiropráctica proponemos dos formas de trabajo: Una de ellas es removiendo las subluxaciones vertebrales, condiciones en nuestra columna que generan que los nervios anteriormente mencionados no funcionen de forma correcta, generando en la mayor cantidad de los casos aumento de los síntomas dolorosos. Para ello, utilizamos ajustes vertebrales para remover esta interferencia y que el Sistema nervioso y el sistema de dolor puedan funcionar de forma correcta. La segunda estrategia es en base a la información que se le entrega al paciente. Es necesario que cada persona entienda que está sucediendo en su cuerpo y cómo se están generando los síntomas de dolor. Eso, porque como explicaremos más adelante, el dolor es mucho más que un nervio sensible, o un músculo que gatille dolor. Tiene relación con todo lo que nosotros sabemos, como nos movemos, que es lo que creemos, que es lo que sabemos, en qué contexto social nos encontramos, etc. Por lo tanto, creemos de suma importancia explicarle a nuestros pacientes, en conjunto con los ajustes vertebrales, ir resolviendo de forma paulatina los trastornos generados por el dolor, para volver a sentir dolor de forma normal y no vivir con dolor, lo cual es un gran cambio en la calidad de vida de cada uno de nosotros.
Si usted padece dolor de forma continua y vive con molestias de forma recurrente, considere que es lo que pueda estar pasando en su cuerpo y busque ayuda de un profesional. En Más Quiropráctica podremos ayudarle a mejorar y potenciar su salud.